Sin nosotras, no serías nadie.
- Laura Villarreal A. 
- 8 mar 2021
- 5 Min. de lectura

A raíz de mi falta de responsabilidades en el limbo entre haber terminado mi práctica y estar a la espera de mi grado de la universidad, el año pasado me adentré en el mundo de las series. Una que causó gran apego de mi parte fue Riverdale. Soy oficialmente fanática; estoy obsesionada. Obviamente tengo mis preferencias en cuanto a personajes, pero definitivamente considero que Betty es una bomba andante, regia, decidida y empoderada. Hace un par de días vi una entrevista que le hicieron a Lili Reinhart (la actriz detrás del personaje) donde le preguntaban si ella prefería a la Betty que estaba con Archie o a la Betty que estaba con Jughead. Ella, siendo muy Lili en la vida real con su cara de indignación a la pregunta, contesta “I’m a Betty doesn’t need no man” (Yo soy una Betty que no necesita a ningún hombre). Damn gurl (me excusarán por mis constantes anglicanismos, pero esta soy yo).
De antemano, antes de entrar en el detalle que esta situación amerita, voy a hacer una salvedad. Como siempre, acá hablo desde mi experiencia y mi postura supremamente personal frente a distintas situaciones que he vivido. Esto implica entonces que les hablo desde mi posición de mujer heterosexual que se hará evidente a medida que procedan con la lectura de este inciso. Además, resalto que reconozco, acepto y defiendo todas las luchas feministas que conmemoramos el día de hoy. Es por esto que quiero aprovechar este espacio para establecer que, así como Lili lo dijo en la entrevista, todas las mujeres somos esa Betty que no necesita a ningún hombre a su lado.
En muchos casos, hemos visto cómo periodistas entrevistan a mujeres famosas en cualquier ámbito y solo enfocan el espacio en cuestiones de la vida privada. Siempre se ha marcado una diferencia muy notoria entre aquellos temas que pueden ser dialogados con mujeres que, por alguna razón, son diferentes a aquellos temas abordados entre hombres. Creen que, por el simple hecho de ser mujer, nosotras estamos limitadas a vivir la vida que otros nos dicen. Viven pensando que son los hombres los que determinan nuestra forma de vestir, hablar o vivir. Sueñan con un mundo donde nosotras no lleguemos a ser la mitad de lo que ellos son.
Lo peor del caso es que se indignan cuando nosotras alzamos nuestra voz en son de protesta. ¿Qué esperaban? En verdad quiero que un hombre me responda. ¿Qué esperabas? ¿Mi silencio y aceptación ante tu comportamiento que, además de ir en contra de mis derechos como ser humano, va en contra de mi ser? En pleno Siglo XXI, después de tanta sangre derramada por nuestras hermanas que lucharon por hacernos llegar a donde estamos ahora, seguimos viviendo en una sociedad que piensa que son los hombres quienes tienen la potestad de decidir por nosotras. Muchas decisiones importantes han estado enmarcadas en un contexto completamente machista, conservador y misógino, especialmente aquellas que tienen en su poder una discusión enfocada en derechos.
¿Legalización del aborto? Nada. ¿Paridad de género en la política? Nada. ¿Romper el techo de cristal? Nada. ¿Leyes contra el abuso, acoso y violación? Nada. ¿Políticas con enfoque de género y diferenciales? Nada. ¿Inclusión en temas “importantes”? Nada. Ah, pero, ¿haciendo aseo en la casa? Obvio. ¿Cuidando a los hijos resultado de violaciones? Pues claro. ¿Estudiando gastronomía, siendo modelos o periodistas? Totalmente, pero dirigidas por un hombre. A Rihanna alguna vez le preguntaron ¿qué es lo que buscas en un hombre?, a lo que contestó “primero, no estoy interesada en buscar un hombre”. A Ariana Grande le pusieron a escoger entre el celular y el maquillaje y ella dijo “¿en serio crees que esas son las cosas con las que las mujeres tenemos dificultad escogiendo?”.
¿Dónde queda la mujer que es ella solo por el hecho de ser mujer? ¿Cuántas veces nos han identificado por ser la novia de Juanchito o la que trabaja para Pepito? ¿En verdad estamos reducidas a ser alguien a costas de un man? Nos condenaron a pensarnos como costillas de otro, pero no a creernos que somos más que eso. Nos condenaron a creer que estamos hechas para estar al lado de alguien, pero no nos enseñaron a vivir de nosotras mismas. Hace unos días una amiga me decía “es que tu no necesitas a ningún man a tu lado”. Yo, con cara de incredulidad me quedo pensando en aquellas cosas que un man tiene que yo no tengo. Ella, sabiendo exactamente en lo que estoy pensando, me dice “para eso te compraste un consolador”. Mujeres, hasta para eso nos tenemos a nosotras mismas. No se dejen engañar por un sistema patriarcal que nos mete chismes en la cabeza y nos minimiza. Nosotras somos más que la ropa que usamos, que el maquillaje que compramos, que los ‘me gusta’ en las fotos, que los manes que andan atrás de nosotras… somos más y, por eso, ni una menos.
En Colombia, en lo que va corrido del año 37 mujeres han sido víctimas de feminicidios. En Brasil, en los primeros 15 días del 2021, al menos 50 mujeres fueron asesinadas. En México, en promedio, alrededor de 10 mujeres fallecen diariamente siendo víctimas de feminicidios. En Alemania, cada tres días una mujer muere a manos de su actual o anterior pareja. En Bolivia, 113 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 2020. En Perú, más de 5.500 mujeres fueron dadas por desaparecidas en 2020. En Kenia, casi 4.000 niñas en etapa escolar quedaron embarazadas durante el cierre de las escuelas por la pandemia, en el 2020. Liberia registró un aumento de 50% en la violencia de género en el primer semestre del 2020. En la República Centroafricana, durante el periodo de cierre por la pandemia, se produjo un 27% más de violaciones.
¿En verdad creen que nos vamos a quedar en silencio solo porque les molesta escuchar la verdad? Ahora es cuando más debemos alzar nuestra voz. Ahora es cuando más debemos ser nosotras mismas y cachetear al patriarcado. Ahora es cuando les decimos “I am a Laura doesn’t need no man”. Ahora es cuando les demostramos que no necesitamos a nadie al frente ni al lado para que nos diga qué es lo mejor para nosotras. No necesitamos asesores de imagen para saber qué ropa nos debemos poner. No necesitamos escoltas en la calle recordándonos que estamos regias. No necesitamos alguien que nos dictamine cuándo podemos hablar. Son ustedes los que necesitan guardar silencio y aprender de una lucha que crece cada día más. Una lucha que ha sido capaz de confrontar el poder, la estructura y la ironía. La historia es femenina. El futuro también es femenino. Unámonos en el son de la sororidad y olvidémonos de aquellos que creen que pueden con nosotras. Somos más, siempre sumamos. Que no volvamos a restar.
Aprovecho para hacer publicidad no paga y cito a Camilo (sí, a Camilo): “Dicen que detrás de todo hombre siempre hay una gran mujer, pero yo no estoy de acuerdo porque tú estabas siempre adelante abriéndonos camino”. Recuérdalo. Siempre vamos adelante. Sin nosotras, no serías nadie. #8M




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